Eclesiástico 51, 12-20
Salmo de alabanza
12Por eso le doy gracias,
y alabo y bendigo el nombre del Señor.
Búsqueda de la sabiduría
13Cuando yo era joven, antes de irme a
recorrer mundo,
deseaba ardientemente recibir
sabiduría.
14Y ella vino a mí en toda su belleza;
yo la busqué hasta que di por fin con ella.
15Estaba en su punto, como racimo maduro,
y en ella se alegró mi corazón.
Yo seguí fielmente su camino,
porque desde pequeño la había
aprendido.
16En el poco tiempo que estuve
escuchándola,
aprendí muchas cosas.
17Someterme a ella me fue un honor,
por eso doy gracias a quien me la enseño.
18Decidi alcanzar algún bien,
y no cambiarlo por nada cuando lo
encontrara.
19Me enamore de ella,
y en ella siempre tuve fija la mirada.
Abrí la puerta de su casa
para abrazarla y contemplarla.
20La deseé con toda mi alma,
y la encontré en toda su pureza.
Desde el primer momento me enamoré
de ella,
y por eso no la abandonaré,
jamás me apartaré de ella.
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