Santiago 2, 1-5
Advertencia contra la discriminación
1Ustedes, hermanos míos, que creen en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no deben hacer discriminación entre una persona y otra. 2-3Supongamos que ustedes estan reunidos, y llega un rico con anillos de oro y ropa lujosa, y lo atienden bien y le dicen:
"Siéntate aquí, en un buen lugar", y al mismo tiempo llega un pobre vestido con ropa vieja, y a este le dicen: "Tú quédate allá de pie, o sientate en el suelo"; 4entonces están haciendo discriminaciones y juzgando con mala intencíon.
5Queridos hermanos míos oigan esto: Dios ha escogido a los que en este mundo son pobres, para que sean ricos en fe y para que reciban como herencia el reino que él ha prometido a los que lo aman;
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