Primera (I) Carta a los Tesalonicenses 1, 5-10
Saludo
5Pues cuando nosotros le anunciamos el evangelio, no fue solamente con palabras, sino que lo hicimos también con demostraciones del poder de Dios, y de la actividad del Espíritu Santo, y con una gran abundancia de gracias. Bien saben como nos portamos entre ustedes , buscando su propio bien.
6Ustedes, por su parte, siguieron nuestro ejemplo y el ejemplo del Señor, y recibieron el mensaje con alegría que el Espíritu Santo les daba en medio de grandes sufrimientos. 7de esta manera llegaron a ser un ejemplo para todos los creyentes en las regiones de Macedonia y Acaya. 8Partiendo de ustedes, el mensaje del Señor se ha extendido, no solo por Macedonia y Acaya, sino por todas partes, y se sabe de la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que ya no es necesario que nosotros digamos nada. 9Al contrario ellos mismos hablan de nuestra llegada a ustedes y de cómo ustedes abandonaron los ídolos y se volvieron al Dios vivo y verdadero para servirle 10y esperar que vuelva del cielo Jesús, el Hijo de Dios, al cual Dios resucitó.
Jesús es quién nos salva del terrible castigo que viene.
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