Del libro de Sofonías 3, 1-2. 9-13
1¡Ay de Jerusalén, la ciudad rebelde,
manchada y opresora!
2No escucho la voz del Señor
ni aceptó ser corregida;
no confió en él;
no recurrió a su Dios.
9"Cuando eso llegue, purificaré
el lenguaje de los pueblos,
para que todos me invoquen,
para que todos a una me sirvan.
10Del otro lado de los ríos de Etiopía,
mi pueblo disperso vendrá suplicante
a traerme ofrendas.
11En aquel tiempo, pueblo mío,
ya no te avergonzarás
de ninguna de las acciones
con que te rebelaste contra mí,
pues entonces quitaré de tí
a los altaneros y orgullosos,
y nunca volverás a mostrar orgullo
en mi santo monte.
12Yo dejare en tí gente humilde y sencilla,
que pondrá su confianza en mi nombre.
13Los sobrevivientes del pueblo de Israel
no cometerán injusticias ,
ni dirán mentiras,
ni llenarán de embustes su boca.
podrá alimentarse
y descansar sin miedo alguno.
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