Salmo 40, 2. 4. 7-10
2 Puse mi esperanza en el Señor,
y el se inclino para escuchar mis gritos;
4 Hizo brotar de mis labios un nuevo
canto,
un canto de alabanza a nuestro Dios.
Muchos, al ver esto, se sintieron
conmovidos
y pusieron su confianza en el Señor.
7 Tú no te complaces en los sacrificios
ni en las ofrendas de cereales;
tampoco has pedido holocaustos
ni ofrendas para quitar el pecado.
En cambio me has abierto los oídos.
8 Por eso he dicho: Aquí estoy,
tal como el libro dice de mí.
9 A mi me agrada hacer tu voluntad,
Dios mío;
!llevo tu enseñanza en el corazón!
10 En presencia de tu pueblo numeroso
he dado a conocer lo que es justo.
¡Tú bien sabes, Señor, que no he
guardado silencio!
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