Dios se vale de Asiria para el castigo.
5"¡El rey de Asiria!
Él es el palo con que yo en mí ira castigo, la vara que uso cuando me enojo. 6Lo mando a atacar a un pueblo impío, a una nación que me ofende, para que la robe y le quite sus riquezas, para que la pisotee como al barro de las calles.
7Pero el rey de Asiria no piensa así, ni es eso lo que él se propone. No piensan más que en destruir y en acabar con muchas naciones.
13El rey de Asiria ha dicho: "Yo lo he hecho con mí propia fuerza; yo soy inteligente, y he hecho los planes. Yo he cambiado las fronteras de las naciones, me he apoderado de sus riquezas, y, como un valiente, he derribado a los reyes.
14 He puesto mi mano en las riquezas de los pueblos, me he apoderado de toda la tierra como quien toma unos huevos de un nido abandonado, y no hubo nadie que moviera las alas, nadie que moviera el pico y chillara."
15Pero, ¿acaso puede el hacha creerse más importante que el que la maneja?, ¿la sierra mas que el que la mueve? ¡Como si el bastón, que no es mas que un palo fuera el que moviera al hombre que lo lleva?
16Por eso el Señor todopoderoso va a dejar sin fuerzas a esos que son tan robustos, y hará que les arda el cuerpo con el fuego de la fiebre.
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