Jeremias 2, 1-3. 7-8. 12-13
Infidelidad de Israel
1El Señor se dirigió a mí y me dijo:
2"VE y habla a la ciudad de Jerusalén;
grita para que lo oiga bien:
¡Así dice el Señor!
Recuerdo que cuando eras joven, me eras
fiel,
que cuando te hice mi esposa, me
amabas
y me seguiste a travez del desierto,
tierra en que nada se cultiva.
3Israel estaba consagrada a mí,
era lo mejor de i cosecha.
Si alguien le hacia daño, yo lo castigaba
enviándoles calamidades.
Yo, el Señor, lo afirmo.
7Yo los traje a esta tierra fértil,
para que comieran de sus frutos
y de sus mejores productos.
Pero ustedes vinieron y profanaron mi
tierra,
me hicieron sentir asco de este país,
de mi propiedad.
8Los sacerdotes no me buscaron,
los instructores de mi pueblo no me
reconocieron,
los jefes se rebelaron contra mi,
y los prpfetqs hablaron en nombre de baal
y se fueron tras ídolos que no sirven para
nada.
Proceso contra Israel
12¡Espántate, cielo, ante esto!
¡Ponte a temblar de horror!
Yo, el Señor, lo afirmo.
13"Mi pueblo ha cometido un doble pecado:
me abandonaron a mí,
fuente agua viva,
y se hicieron sus propias cisternas,
pozos rotos que no conservan el agua.
-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario