1El rey de Siria, Resín, y el rey de Israel, Pacah, hijo de Ramalías, atacaron a Jerusalén, y quisieron conquistarla, pero no pudieron. Esto sucedió cuando Ahaz, hijo de Jotam y nieto de Ozías, era rey de Judá. 2En esa ocacasión llevaron esa noticia al rey Ahaz y a su familia: "Los Sirios se han aliado con Efraín" El rey y el pueblo empezaron a temblar como tiemblan los arboles del bosque cuando sopla el viento.
3Entonces el Señor dijo a Isaías toma a tu hijo Saar-iasub y ve a encontrarte con el rey Ahaz, en el extremo del canal del estanque superior, en el camino que va al campo del lavador de Paños, 4y dile:
"Ten cuidado pero no te asustes;
no tengas miedo ni te acobardes
por esos dos tizones huenantes,
Resín cons sus sirios, y el hijo de Ramalías,
que están ardiendo en furor.
5Los sirios con el pueblo de Efraín y el
hijo de Ramalías
Han tramado hacerte mal.
Han dicho:
6Invadamios Judá y metámosle de miedo:
apodéremonos de ella.
y ppongamos por rey al hijo de Tabeel.
7Pero el Señor dice:
¡Eso jamas sucederá!
8-9Damasco es la capital de Siria,
y Resín es el Rey de Damasco ;
Samaria es la capital de Efraín,
y el hijo de Ramalías es el rey de
Samaria;
pero dentro de sesenta y cinco años
Efraín dejará de ser Nación,
y si ustedes no tienen una fe firme,
tampoco quedarán firmemente en
pie.
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