4pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Un sarmiento no puede producir frutos por sí mismo sino permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto sino permanecen en mí.
5Yo soy la vid y ustedes los sarmientos.
El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. 6Al que no permanece en mí lo tiran y se seca; como a los sarmientos que los amontonan, se echan al fuero y se queman.
7 Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pídan lo que quieran y lo conseguirán. 8Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos.
9 Como el Padre me amó , así también los he amado yo: permanezcan en mí amor.
10 Si cumplen mis mandamientos permanecerán en mí amor, como yo he cumplido los mandamientos de mí Padre y permanezco en su amor.
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