Sabiduría 6, 12-16
12La sabiduría resplandece con brillo que
no se empaña;
los que la aman, la descubren
fácilmente,
y los que la buscan, la encuentran;
13ella misma se da a conocer a los que la
desean.
14Quien madruga a buscarla no se cansa:
la encuentra sentada a la puerta de su
propia casa.
15Tener la mente puesta en ella es
prudencia consumada;
el que trasnocha por hallarla ,
pronto se verá libre de preocupaciones.
16Ella misma va de un lado a otro
buscando a quienes son dignos de ella,
se les manifiesta con bondad en el
camino
y les sale al encuentro en todo lo que
piensan.
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