Apocalipsis 22, 1-7
1Él ángel me mostro un río limpio, de agua de vida. Era claro como el cristal, y salía del trono de Dios y del Cordero. 2En medo de la calle principal de la ciudad y a cada lado del río, crecía el árbol de la vida, que da fruto cada mes, es decir, doce meses al año; y las hojas del árbol, sirven para sanar a las naciones. 3Ya no habrá allí nada puesto bajo maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la cuidad, y sus siervos lo adorarán. 4Lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente. 5Allí no habrá noche y los que allí vivan no necesitarán luz de lampara ni luz del sol, porque Dios el Señor les dará su luz, y ellos reinarán por todos los siglos.
7"¡Vengo! pronto! ¡Dichoso el que hace caso del mensaje profético que está escrito en este libro!"
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