Del Libro de Éxodo 1, 8-14. 22
8Más tarde hubo un nuevo rey en Egipto, que no había conocido a José, y que le dijo a su pueblo: 9"Miren el pueblo Israelita es más numeroso y más poderoso que nosotros: 10así que debenos tramar algo para impedir que sigan aumentando, porque pude ser que, en caso de guerra, se pongan de parte de nuestros enemigos para pelear contra nosotros y se vallan de este país."
11Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las ciudades de Pitón y Rámsés, que el faraón, rey de Egipto, usaba para almacenar provisiones. 12Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Así que lo egipcios les tenían mucho miedo.
11Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las ciudades de Pitón y Rámsés, que el faraón, rey de Egipto, usaba para almacenar provisiones. 12Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Así que lo egipcios les tenían mucho miedo.
13Los egipcios esclavizaron cruelmente a los israelitas. 14Les amargaron la vida sométiendolos al rudo trabajo de preparar lodo y hacer adobes, y de atender a todos los trabajos del campo. En todo esto los israelitas eran tratados con crueldad.
22El faraón, por su parte ordenó a todo su pueblo: "Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas dejenlas vivir."
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