Primera (I) Carta a los Tesalonicenses 2, 9-13
Recuerdos
9Hermanos, ustedes se acuerdan de cómo trabajábamos y luchábamos para ganarnos la vida. Trabajábamos día y noche, a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes mientras les anunciabamos el evangelio de Dios.
10Ustedes son testigos, y Dios también, de que nos hemos portado de una manera santa, recta e irreprochable con ustededes los creyentes.
11-12También saben que los hemos animado y consolado a cada uno de ustedes, como hace un padre con sus hijos. Les hemos encargado que se porten como deben hacerlo los que son de Dios, que los llama a tener parte en su propio reino y gloria.
13Por esto, de nuestra parte, damos gracia siempre a Dios, pues cuando ustedes escucharon el mensaje de Dios que nostros le predicamos, lo recibieron como mensaje de Dios y no como mensaje de hombres. Y en verdad es el mensaje de Dios, el cual produce sus resultados en ustedes los que creen.
10Ustedes son testigos, y Dios también, de que nos hemos portado de una manera santa, recta e irreprochable con ustededes los creyentes.
11-12También saben que los hemos animado y consolado a cada uno de ustedes, como hace un padre con sus hijos. Les hemos encargado que se porten como deben hacerlo los que son de Dios, que los llama a tener parte en su propio reino y gloria.
13Por esto, de nuestra parte, damos gracia siempre a Dios, pues cuando ustedes escucharon el mensaje de Dios que nostros le predicamos, lo recibieron como mensaje de Dios y no como mensaje de hombres. Y en verdad es el mensaje de Dios, el cual produce sus resultados en ustedes los que creen.
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