Salmo 112, 1-2. 5-9
1 ¡Aleluya!
Feliz el hombre que honra a el Señor y se complace en sus mandatos.
2 Los descendientes del hombre honrado
serán bendecidos y tendrán poder en la
tierra.
5 El hombre de bien presta con
generosidad
y maneja con honradez sus negocios;
6 por eso jamás llegará a caer.
¡El hombre justo será siempre
recordado!
7 No tiene miedo de malas noticias;
su corazón está firme, confiado en el
Señor.
8 Su corazón está firme; no tiene miedo,
y aun mira con burla a sus enemigos.
9 Reparte limosna entre los pobres,
su generosidad es constante,
levanta la frente con honor.
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