Sabiduría 3, 1-9
La suerte de los buenos comparada con la de los malos
1Las almas de los buenos
1Las almas de los buenos
están en la manos de Dios,
y el tormento no las alcanzará.
2Los insensatos creen que los buenos
están muertos;
consideran su muerte como una
desgracia,
3Y como una calamidad el haberse alejado
de nosotros.
Pero los buenos están en paz:
4Aunque a los ojos de los hombres
parecían castigados,
abrigaban la esperanza de no tener que
morir.
5Después de sufrir pequeños castigos,
recibirán grandes beneficios,
porque Dios los puso a prueba.
Y los hallo dignos de él.
6Los probo como al oro en el crisol,
y los acepto como un sacrificio ofrecido
en el altar.
7El día en que el Señor venga a juzgarlos,
resplandecerán como antorchas,
como chispas que prenden entre el
rastrojo.
8Juzgarán a las naciones y gobernarán a
los pueblos,
y el Señor reinará sobre ellos para
siempre.
9Los que confían en el Señor
comprenderán la verdad,
y los fieles permanecerán a su lado con
amor,
pues Dios es bueno y favorece a sus
elegidos.
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