Carta a los Romanos 4: 13. 16-18. 22
La promesa para sus descendientes
13Pues Dios prometió a Abraham y a sus descendientes que recibirían el mundo como herencia; pero esta promesa no estaba condicionada al cumplimiento de la ley, sino a la justicia que se basa en la fe.
16Por eso para que la promesa hecha a Abraham conservara su valor para todos sus descendientes, fue un don gratuito, basado en la fe. Es decir, la promesa no es solamente para los que se basan en la ley, sino también para todos los que se basan en la fe, como Abraham. De esa manera, el viene a ser padre de todos nosotros., 17como dice la escritura: "Te he hecho padre de muchas naciones." Este es el Dios en quién Abraham creyó, el Dios que da vida a los muertos y crea las cosas que aún no existen.
18Cuando ya no había esperanza, Abraham creyó y tuvo esperanza, y así vino a ser "padre de muchas naciones", conforme a los que Dios le había dicho: "Así será el numero de tus descendientes."
22Por eso, Dios le tuvo esto en cuenta y lo reconoció como justo.
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