I de San Juan 3, 1-3
Liberación del pecado
1Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2Queridos hermanos, ya somo hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. 3Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica así mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.
1Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2Queridos hermanos, ya somo hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. 3Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica así mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.
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