Carta a los Hebreos 12, 4-7. 11-15
Fortaleza en el sufrimiento
4Pues ustedes aún no han tenido que llegar hasta la muerte en su lucha contra el pecado, 5y han olvidado ya lo que Dios les aconseja como a hijos suyos. Dice en la escritura:
4Pues ustedes aún no han tenido que llegar hasta la muerte en su lucha contra el pecado, 5y han olvidado ya lo que Dios les aconseja como a hijos suyos. Dice en la escritura:
"No desprecies hijo mío,
la corrección del Señor,
ni te desanimes cuando te reprenda.
6Porque el Señor corrige a quién el ama,
y castiga a aquel a quién recibe como
hijo."
7Ustedes están sufriendo para su corrección:
Dios los trata como ha hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quién su padre no corrija?
11Ciertamente, ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele ; pero si uno aprende la lección, el resultado es una vida de paz y rectitud.
12Así pues, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodilla debilitadas, 13y busquen el camino derecho, para que sane el pie que está cojo y no se tuerza más.
Exhortación a la vigilancia
14Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin santidad nadie podrá ver al Señor. 15Procuren que a nadie le falte la gracia de Dios, a fin de que ninguno sea como una planta de raíz amarga que hace daño y envenena a la gente.
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