Primera Carta de Pedro 3: 18-22
Deberes de todos los cristianos
18Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre. Él era inocente pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios. En su fragilidad humana murió; pero resucitó con una vida espiritual, 19y de esta manera fue a proclamar su victoria a los espíritus que estaban presos. 20Estos habían sido desobedientes en tiempos antiguos, en los días de Noé cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía la barca, en la que algunas personas, ocho en total, fueron salvadas por medio del agua. 21Y aquella agua representaba el agua del bautismo, por medio del cual somos ahora salvados. El bautismo no consiste en limpiar el cuerpo, sino en pedirle a Dios una conciencia limpia; y nos salva por la resurrección de Jesucristo, 22que subió al cielo y esta a la derecha de Dios, y al que han quedado sujetos los ángeles y demás seres espirituales que tienen autoridad y poder.
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