II Corintios 11, 18. 21-30
18¡Ya que hay tantos que se glorian de sus propios méritos, también yo me gloriare!
21Aunque me da verguenza decirlo, ¡nosotros fuimos demasiados débiles para portarmos así!
Pero si los otros se atreven a jactarse, también yo me atrevere aunque esto sea una locura. 22¿Son ellos ebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? Yo también. 23¿Son siervos de Cristo? Yo soy mÁs que ellos, aunque al decir esto hablo como un loco. Yo he trabajado más que ellos, me han encarcelado más veces que a ellos, he sido azotado más que ellos, y muchas veces he estado en peligro de muerte. 24En cinco ocaciones los judíos me castigaron con los treinta y nueve azotes. 25Tres veces me apalearon, y una me apedrearon. En tres ocaciones se undió el barco en que yo viajaba, y, apunto de ahogarme, pase una noche y un día en altamar. 26He viajado mucho y me he visto en peligros de rios, en peligros de ladrones, y en peligros entre mis paisanos y entre los extranjeros. También me he visto en peligros en la ciudad, en el campo y en el mar, y en peligros entre falsos hermanos. 27He pasado trabajos y dificultades; muchas veces me he quedado sin dormir. He sufrido hambre y sed; muchas veces no he comido; he sufrido por el frio y por la falta de ropa.
28Además de estas y otras cosas, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias. 29Si alguien se enferma tambien yo me enfermo; y sin hacen caer a alguno, yo me indigno; 30Si de algo hay que gloriarse, me gloriare de las cosas que demuestran mi debilidad.
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