II Corintios 6, 1-10
1Ahora pues, como colaboradores en la obra de Dios, les rogamos a ustedes que no desaprovechen la bondad que Dios les ha mostrado. 2Porque él dice en las Escrituras:
"En el momento oportuno te escuché;
"En el momento oportuno te escuché;
en el día de la salvación te ayude."
Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación!
Pruebas de la misión apostólica de Pablo.
3En nada damos mal ejemplo a nadie para que nuestro trabajo no caiga en descrédito. 4Al contrario, en todo damos muestras de que somos siervos de Dios, soportando con mucha paciencia los sufrimientos, las necesidades, las dificultades, 5los azotes, las prisiones, los alborotos, el trabajo duro, los desvelos y el hambre. 6También lo demostramos por nuestra pureza de vida, por nuestro conocimiento de la verdad, por nuestra tolerancia y bondad, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros, por nuestro amor sincero, 7por nuestro mensaje de verdad y por el poder de Dios en nosotros. Usamos las armas de la rectitud, tanto para el ataque como para la defensa. 8Unas veces se nos honra, y otras veces se nos ofende; unas veces se habla bien de nosotros, y otras veces se habla mal. Nos tratan como a mentirosos a pesar de que decimos la verad. 9Nos tratan como a desconocidos a pesar de que somos bien conocidos. Estamos medio muertos, pero seguimos viviendo; nos castigan, pero no nos matan. 10Parecemos tristes pero siempre estamos contentos; parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo.
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