Libro de Jeremías 11, 18-20
Los enemigos de Jeremías pretenden darle muerte
18El Señor me hizo saber que mis enemigos estaban tramando algo malo. Él me abrió los ojos, para que me diera cuenta. 19Yo estaba tranquilo, como un cordero que llevan al matadero, sin saber que estaban haciendo planes contra mí. Decían: "Cortemos el árbol ahora que está en todo su vigor; arranquémoslo de este mundo de los vivientes, para que nadie vuelva a acordarse de él."
20Pero tú, Señor todopoderoso,
eres un juez justo;
tú conoces hasta lo más intimo del
hombre.
Hazme ver como castigas a esa gente,
pues he puesto mi causa en tus manos.
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