Salmo 69, 8-10. 21-22. 31. 33-34
8Pues por ti sufro el insulto, y la vergüenza cubre mi semblante; 9para mis hermanos soy un extranjero, un desconocido para los hijos de mi madre; 10pues me devora el celo de tu casa, y caen sobre mí los insultos de los que te insultan. 21El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay, consoladores, y no encuentro ninguno. 22Veneno me han dado por comida, en mi sed me han abrevado con vinagre. 31El nombre de Dios celebraré en un cántico, le ensalzaré con la acción de gracias; 33Vean esto, los humildes, y regocíjense, ¡Reanímense, los que buscan al Señor.! 34Pues el Señor escucha a los pobres, no desdeña a los suyos prisioneros.
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