Carta a los Hebreos 10,12-23
El sacrificio de Cristo
12Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios. 13Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies, 14porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios. 15Y el Espíritu Santo nos lo confirma al decir:
16"La alianza que haré con ellos
despues de aquellos días,
será esta, dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón
y las escribiré en su mente.
17Y no me acordaré más de sus pecados y
maldades"
18Así pues, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de más ofrendas por el pecado.
19Hermano ahora podemos entrar con toda libertad en el santuario gracias a la sangre de Jesús, 20siguiendo el nuevo camino de vida que él nos abrió a través del velo, es decir a través de su propio cuerpo. 21Tenemos un gran saserdote al frente de la casa de Dios. 22Por eso, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura. 23Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho.
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