Sabiduría 2:1. 12-22
1Razonando equivocadamente se han
dicho:
Corta y triste es nuestra vida;
la muerte del hombre es inevitable,
y no se sabe de nadie que haya vuelto de
la tumba.
12Pongamos trampas al bueno, pues nos es
molesto;
se opone a nuestras acciones,
nos reprocha que no cumplamos la ley
y nos echa en cara que no vivamos en según
la educación que recibimos.
la educación que recibimos.
13Dice que conoce a Dios,
y se llama a sí mismo hijo del Señor.
14Es un reproche a nuestra manera de
pensar;
su sola presencia nos molesta.
15Su vida es distinta a la de los demás,
y su proceder es diferente.
16Nos rechaza como a moneda falsa,
y se aparta de nuestra compañia,
como si fueramos impuros.
Dice que los buenos, al morir, son
dichosos,
y se siente orgulloso de tener a Dios por
padre.
17Veamos si es cierto lo que dice
y comprobemos en que va a parar su vida.
18Si el bueno es realmete hijo de Dios,
Dios lo ayudará y lo librará
de las manos de sus enemigos.
19Sometámoslo a insultos y torturas,
para conocer su paciencia
y comprobar su resistencia.
20Condenémoslo a una muerte deshonrosa,
pues, según dice, tendrá quien lo
defienda.
Error de los malos
21Así piensan los malos, pero se equivocan;
su propia maldad los ha vuelto ciegos.
22No entienden los planes secretos de Dios,
ni esperan que una vida santa tenga
recompensa;
no creen que los inocentes recibirán su
premio.
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