Génesis 2, 18-24
18Luego, Dios el Señor dijo: "No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda para él." 19-20Y Dios el Señor formó de la tierra todos los animales y todas las aves, y se los llevo al hombre para que les pusiera nombre. El hombre les puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves, y a todos los animales salvajes, y ese nombre se les quedó. Sin embargo, ninguno de ellos resultó ser la ayuda adecuada para él. 21Entonces Dios el Señor hizo caer al hombre en un sueño profundo y, mientras dormía, le saco una de las costillas y le cerro otra vez la carne. 22De esa costilla Dios el señor hizo una mujer, y se la presento al hombre, 23el cual, al verla, dijo:
"¡Esta si que es de mi propia carne y de mis propios huesos! se va a llamar 'mujer', porque Dios la sacó del hombre."
24Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
"¡Esta si que es de mi propia carne y de mis propios huesos! se va a llamar 'mujer', porque Dios la sacó del hombre."
24Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
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