Carta a los Hebreos 5, 1-6
Jesús, sacerdote compasivo
1Todo sumo sacerdote es escogido entre los hombres, nombrado para representarlos delante de Dios y para hacer ofrendas y sacrificios por los pecados. 2Y como el sacerdote está sujeto a las debilidades humanas, puede tener compasión de los ignorantes y los extraviados; 3y a causa de su propia debilidad, tiene que ofrecer sacrificios por sus pecados tanto como por los pecados del pueblo. 4Nadie puede tomar este honor para sí mismo, sino que es Dios quién lo llama y le da el honor, como en el caso de Aarón. 5De la misma manera, Cristo no se nombró Sumo Sacerdote a sí mismo, sino que Dios le dio ese honor, pues él fue quién le dijo:
"Tú eres mi hijo;
Yo te he engendrado hoy."
6Y también le dijo en otra parte de las Escrituras:
"Tú eres sacerdote para siempre,
de la misma clase que Melquisedec."
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