Romanos 8, 12-17
12Asi pues, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir según las inclinaciones de la naturaleza debil. 13Porque si viven ustedes conforme a tales inclinaciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esas inclinaciones, vivirán.
El Espíritu nos da vida
14Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. 15Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud, que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirijimos a Dios, diciendo: "¡Abbá! ¡Padre! 16Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios. 17Y puesto que somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, puesto que sufrimos con él para estar también con él en su gloria.
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