Romanos 7, 18-25
18Porque yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza debil, no reside el bién; pues aunque tengo el deseo de hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. 19No hago lo bueno que quiero hacer, sino lo malo que no quiero hacer.
20Ahora bién, si hago lo que no quiero hacer, ya no soy yo quién lo hace, sino el pecado que está en mí.
21Me doy cuenta que, aun queriendo hacer el bién, solamente encuentro el mal a mi alcance. 22En mi interior me gusta la ley de Dios, 23pero veo algo en mí que se opone a mi capacidad de razonar: es la ley del pecado, que está en mí y que me tiene preso.
24¡Desdichado de mi! ¿Quién me librará del poder de la muerte que está en mí cuerpo?. 25Solamente Dios, a quién doy gracias por medio de nuestro Señor Jesucristo. En conclusión: Yo entiendo que debo someterme a la ley de Dios, pero en mi debilidad estoy sometido a la ley del pecado.
20Ahora bién, si hago lo que no quiero hacer, ya no soy yo quién lo hace, sino el pecado que está en mí.
21Me doy cuenta que, aun queriendo hacer el bién, solamente encuentro el mal a mi alcance. 22En mi interior me gusta la ley de Dios, 23pero veo algo en mí que se opone a mi capacidad de razonar: es la ley del pecado, que está en mí y que me tiene preso.
24¡Desdichado de mi! ¿Quién me librará del poder de la muerte que está en mí cuerpo?. 25Solamente Dios, a quién doy gracias por medio de nuestro Señor Jesucristo. En conclusión: Yo entiendo que debo someterme a la ley de Dios, pero en mi debilidad estoy sometido a la ley del pecado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario