II Corintios 4, 7-15
Confianza en medio de los sufrimientos.
7Pero esta riqueza la tenemos en nuestro cuerpo, que es como una olla de barro, para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios y no de nosotros. 8Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. 9Nos persiguen pero no estamos abandonados; nos derriban pero no destruyen. 10Donde quiera que vamos, llevamos siempre en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se muestre en nosotros. 11Pues nosotros, mientras vivamos, nos vemos expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también su vida se muestre en nuestro cuerpo mortal. 12De ese modo, la muerte actúa en nosotros, y en ustedes actúa la vida.
13La escritura dice: "Tuve fe, y por eso hable". De igual manera, nosotros, con esa misma actitud de fe, creemos y también hablamos. 14Porque sabemos que Dios que resucitó de la muerte al Señor Jesús, también nos resucitará a nosotros con él, y junto con ustedes nos llevará a su presencia. 15Todo esto ha sucedido para bien de ustedes, para que, recibiendo muchos la gracia de Dios, muchos sean también los que le den gracias, para la gloria de Dios.
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