Salmo 32(31): 1-2. 5. 11
1 Feliz el hombre a quién sus culpas
y pecados
le han sido perdonados por completo.
2 Feliz el hombre que no es mal
intencionado
y a quién el Señor no acusa de falta
alguna.
5 Pero te confesé sin reservas
mi pecado y mi maldad;
mi pecado y mi maldad;
decidí confesarte mis pecados,
y tú, Señor, los perdonaste.
11 Alégrense en el Señor,
hombres buenos y honrados;
¡alégrense y y griten de alegría!
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